viernes, 7 de agosto de 2009

Para pensar un poco...

'El problema no es externo; se encuentra en la esencia de quienes somos. ¿Cómo curamos una naturaleza tan envuelta en sí misma? ¿Cómo podemos dejar de hacer cosas sin segundas intenciones? Qué fórmula seguimos para dejar de ser egoístas, ¿simplemente seguir intentándolo más y más? (...) Después de todo, ¿qué cura hay que pudiera hacernos dejar todos nuestros vicios cuando la causa del problema a lo que estamos enganchados somos nosotros mismos? (...)
La religión en general puede ser una de las peores formas de 'fe errónea', pues es muy fácil abrazar la religión para escapar de la responsabilidad de nuestra libertad. No apreciamos completamente el desafío de ser libres porque nos exige demasiado. Así que 'nos volvemos a Dios' y echamos toda nuestra responsabilidad en Él, esperando que Él anule nuestra libertad y, cual piloto automático espiritual, nos lance a un viaje sin errores a través de la vida bajo Su control. (...)
Ciertamente, nuestro deseo humano es que Alguien intervenga y mejores las cosas, Alguien que nos quite toda la duda, el miedo y el dolor. Tenemos miedo de los riesgos que existen por pedirnos que creamos simplemente en un mundo de tal ambigüedad y con vidas que están amenazadas por la tragedia y el terror. Queremos que Dios haga algo dramático para que sepamos con toda certeza que está ahí. (...)
Hay en nuestra condición un aspecto doloroso. Respondemos a la belleza y tenemos el deseo de adorar, pero un defecto fundamental hace que adoremos lo que no debemos y que pongamos nuestra esperanza tristemente en lo que no puede ayudarnos. En nuestra búsqueda de llenar este vacío hacemos un esfuerzo sobrehumano por encontrar una respuesta y nuestras soluciones no son lo suficientemente grandes para poder construir nuestra vida sobre ellas'.

Manley Pippert, Rebecca. La esperanza tiene sus razones. La búsqueda de la satisfacción de nuestros deseos más profundos. Barcelona. Andamio: 2008.

2 comentarios:

izando velas dijo...

Me hace pensar en cómo el pueblo de Israel se hizo un Dios a su medida y le llamó 'Jehová', y le adoró, por no poner su esperanza en lo que les requería responsabilidad...
¡Como yo! y después de más de 11 años de creyente...

febe*

GUSMAR SOSA dijo...

Muy bueno, me quedo con la frase: "abrazar la religión para escapar de la responsabilidad de nuestra libertad."