viernes, 28 de diciembre de 2007

Navidad en el corazón

Las fiestas de Navidad resultan confusas... parece que, llegado el tiempo, 'toca' celebrar la Navidad... y... ¿eso como se hace? ¿comiendo? ¿comprando regalos? ¿juntando la familia?
Esta Navidad ha sido rara para mí... poco a poco, a medida que vas haciéndote mayor, pierde la magia... pero, es que la Navidad no es magia, es la celebración de un milagro... y... no lo aprecias de verdad hasta que no es Navidad en tu corazón. Hasta que no te das cuenta de lo que significó ese día para tí, aunque no existías...
Con parte de mi familia, celebramos la Navidad de la forma habitual, pero añadimos un tiempo de recordatorio de Cristo, de Sus nombres... y fue un tiempo de gozo, al ser consciente, de nuevo, del milagro de mi nuevo nacimiento...

Lo más importante de la Navidad, es ser consciente del día en que Jesús nació en tu corazón... y recordar que Cristo nació... para morir por cada uno de nosotros.

'Y el nacimiento de Jesucristo fué así: Que siendo María su madre desposada con José, antes que se juntasen, se halló haber concebido del Espíritu Santo. Y José su marido, como era justo, y no quisiese infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando Él en esto, he aquí el ángel del Señor le aparece en sueños, diciendo: José, hijo de David, no temas de recibir á María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y parirá un hijo, y llamarás su nombre JESUS, porque Él salvará á su pueblo de sus pecados. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo que fué dicho por el Señor, por el profeta que dijo: He aquí la virgen concebirá y parirá un hijo, Y llamarás su nombre Emmanuel, que declarado, es: Con nosotros Dios. Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió á su mujer. Y no la conoció hasta que parió á su hijo primogénito: y llamó su nombre JESUS' (Mateo 1: 19-24)
febe

lunes, 24 de diciembre de 2007

El niño de Belén

Nació como un bebé pequeño y nada más,
como uno entre tantos que a la vida nacen ya.
No ocurrió nada más, era un niño.
Nació y ninguno preguntó si de mayor
Él tendría gran poder para sanar,
si andaría sobre el mar.
Era un niño.

Nació y ninguno preguntó si iba a morir,
si la gente algún día lo iba a odiar,
si sería el Redentor,
si traería libertad.
¿Quién penso que aquel niñito moriría en la cruz
trayendo a nuestro mundo nueva aurora de luz
y una nueva vida y una oportunidad
de llegar al Padre una vez más?
¿Quién pensó que al tercer día iba a resucitar
batiendo al infierno y a la muerte fatal,
abriendo nuevos tiempos de felicidad
Por amor, por amor a ti?

Hoy nuestro mundo se ha olvidado de Jesús,
ha cambiado Su victoria por placer terrenal,
de Su cruz queda ya un recuerdo.
Vivir, matar si es necesario alguna vez,
cortar la vida antes de que pueda aún nacer,
y del niño de Belén un recuerdo;
jugar a ser una mejor generación
marcharse si es posible del hogar,
sembrar odio y rencor, sin saber perdonar.
Escucha en esta hora la eterna verdad
que el niño de Belén un día va a regresar
y en gloria y en poder Él juzgará tanta maldad
marcando frontera final.
Y todo el universo le podrá contemplar
y toda obra oculta a la luz nacerá.
Su iglesia marchara con Él a un nuevo lugar,
un hogar, un dulce hogar que Él prepara ya.

M. Vidal

martes, 18 de diciembre de 2007

La oración en el Espíritu


Me estreno como "bloggera"por fin!


Os comparto unas líneas del libro que estoy leyendo ahora acerca de la oración, me está reportando grandes beneficios porque es práctico, no trata de un tipo de oración mística e "inalcanzable", sino de aquella oración que es verdadera, que es hecha en la misma Presencia de Dios. ¡Mi realidad práctica en la oración está siendo transformada!


Juzgad "by yourself":


"Es decir, tiene que haber en mí una unión entre mi espíritu y mi alma y el Espíritu Santo que mora en mí, una verdadera unión para la fiesta, la fiesta de la oración. Esto implica mi sumisión y entrega al Espíritu, mi sincera decisión de decirle: "Heme aquí, Señor", "Señor, prepárame, límpiame, socórreme... heme aquí, a ti me entrego para orar". Todo esto antes de empezar."


"El ejercicio, entonces, debe consistir en morderse la lengua un momento, y mientras dure esa mudez prepararse por dentro, y veréis que quien haga esto es el que menos pide, y el que más da."


"Entonces, olvídate de tus necesidades, pues si no, te haces un egoísta pretendiendo que el Padre sea un esclavo tuyo: "Dame esto... dame... dame..." Cuando el Padre está diciendo: "Dame, hijo mío, tu corazón". Debemos ver las manos extendidas de Dios, y no solamente las nuestras, que están allí pidiendo. Extiende tus manos y dale al Padre... dale la alegría de oírte, la alegría de la comunión, de la adoración, de la santificación"


"Es posible orar en el Espíritu, pero debemos entrar por la puerta de la Cruz y decirle: "Señor, heme aquí, límpiame, lávame, perdóname y ayúdame a tener comunión contigo, con Cristo, Con el Espíritu Santo. Quiero expresarte mi amor en verdad."


"Hay que aprender a dejar que en primer lugar pase todo el juego de la carne y todos los problemas de la vida. Pues, a veces, uno se pone a orar y de repente está pensando en los problemas de la vida (...) y entonces deja de orar. Luego deja correr su imaginación, y si es una persona de carácter depresivo, todo lo ve negro y malo, y si es un optimista, todo lo ve fantástico, y ni lo uno ni lo otro están bien. Han dejado de orar y han ido detrás de su propia imaginación. No hay peor enemigo que la imaginación, porque hace y deshace, es pura pompa de jabón, no hay realidad."



"El deseo de los humildes oiste" (Salmos 10:17)



anna

Como al Señor...


Más Efesios...
Fijáos...
'Sujetados los unos á los otros en el temor de Dios. Las casadas estén sujetas á sus propios maridos, como al Señor. Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia; y él es el que da la salud al cuerpo. Así que, como la iglesia está sujeta á Cristo, así también las casadas lo estén á sus maridos en todo. (...) Así también los maridos deben amar á sus mujeres como á sus mismos cuerpos. El que ama á su mujer, á sí mismo se ama. Porque ninguno aborreció jamás á su propia carne, antes la sustenta y regala, como también Cristo á la iglesia; Porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. (...)
HIJOS, obedeced en el Señor á vuestros padres; porque esto es justo. Honra á tu padre y á tu madre, que es el primer mandamiento con promesa, para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. Y vosotros, padres, no provoquéis á ira á vuestros hijos; sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.
Siervos, obedeced á vuestros amos según la carne con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como á Cristo; No sirviendo al ojo, como los que agradan á los hombres; sino como siervos de Cristo, haciendo de ánimo la voluntad de Dios; Sirviendo con buena voluntad, como al Señor, y no á los hombres; Sabiendo que el bien que cada uno hiciere, esto recibirá del Señor, sea siervo ó sea libre. Y vosotros, amos, haced á ellos lo mismo, dejando las amenazas: sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que no hay acepción de personas con él.
Por lo demás, hermanos míos, confortaos en el Señor, y en la potencia de su fortaleza.'

Al leer este pasaje, me resaltó muchísimo el parámetro que incluye el Señor en las relaciones personales entre creyentes: CRISTO. Cristo es ejemplo de las relaciones entre nosotros: en el matrimonio, los esposos deben imitar la relación de Cristo con la iglesia (siendo cada uno de ellos miembros de la iglesia); los hijos deben obeceder a sus padres 'en el Señor' y los padres criarlos 'en el Señor'. Los siervos deben servir a sus amos 'como a Cristo', y los amos tratar a sus siervos de la misma manera. CRISTO debe estar como modelo y motivo en nuestras relaciones personales... ¿Qué pasaría si tratáramos a los demás como si estuviéramos tratando con el Señor? ¿Qué pasaría si entre nosotros nos viéramos como 'pequeños Cristos' (cristianos, al fin y al cabo)?
'El que os recibe á vosotros, á mí recibe; y el que á mí recibe, recibe al que me envió. El que recibe profeta en nombre de profeta, merced de profeta recibirá; y el que recibe justo en nombre de justo, merced de justo recibirá. Y cualquiera que diere á uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, en nombre de discípulo, de cierto os digo, que no perderá su recompensa'. (Mateo 10:40-42)

febe*

jueves, 13 de diciembre de 2007

No seáis imprudentes, sino entendidos

Sigo con Efesios...
No es la primera vez que Pablo en esta epístola apela a los creyentes a usar su inteligencia:
'Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios' (4:13)
'Que ya no seamos niños fluctuantes, y llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que, para engañar, emplean con astucia los artificios del error' (4:14)
'Esto pues digo y requiero en el Señor, que no andéis más como otros Gentiles, que andan en la vanidad de su sentido, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón' (4:17-18)
'y a renovaros en el espíritu de vuestra mente' (4:23)
'nadie os engañe con palabras vanas' (5:6)
'Mirad pues como andéis avisadamente; no como necios, mas como sabios; redimiendo el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis imprudentes, sino entendidos de cuál sea la voluntad de Dios' (5:15-17)
Dios quiere que usemos nuestra mente renovada, que conozcamos a Su Hijo, que tengamos clara cuál es nuestra doctrina -que es la de Dios- para no dejarnos llevar por cualquier viento con el que nos quieran engañar, que no andemos en la vanidad de nuestro sentido oscurecido como antes, sino que dejemos que la luz de la sabiduría de Dios alumbre cada rincón de nuestra mente, que no nos dejemos engañar...
Dice, fijaros: avisadamente, como sabios, entendidos de cuál sea la voluntad de Dios. Esto no es un conocimiento superficial, una leve idea... ¡Debemos ser entendidos, expertos, sabios, eruditos de la voluntad de Dios! TODOS, TODAS los creyentes... no podemos ser ignorantes y dejarnos llevar... es nuestra responsabilidad.
Y... lo mejor: no tenemos ninguna excusa, porque Dios nos revela por medio de Su palabra, cuál es esa voluntad...
En este caso, la respuesta-comodín de la escuela dominical sirve plenamente... eso se consigue: 'leyendo la Biblia, orando'.

Este pensamiento me ha 'picado' un poco... no quiero conformarme con un conocimiento básico... quiero ser experta en la voluntad de Dios... para esto, tengo que trabajar en ello. Y... ¿sabéis lo mejor? que todo lo que aprenda, lo que aprendan mis hermanos, si lo compartimos, nos ayudará 'Para perfección de los santos, para la obra del ministerio, para edificación del cuerpo de Cristo; hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto a la medida de la edad de la plenitud de Cristo' (4:12-13)

febe*

miércoles, 12 de diciembre de 2007

CON EL BAGAJE

¿Y quién os escuchará en este caso? Porque conforme a la parte del que desciende a la batalla, así ha de ser la parte del que queda con el bagaje; les tocará parte igual. 1º Samuel 30:24.

La historia aquí es que David había ido a pelear contra los amalecitas a recuperar a sus mujeres, hijos, hijas, pertenencias que estos les habían robado. (1 Samuel 29 y 30). Al volver vencedores no sólo con lo que les habían robado, sino además con un buen botín, algunos (a los que la Biblia llama malos y perversos) le dijeron que no iban a compartir el botín con los que no habían ido a pelear, sino que se habían quedado con el bagaje.


La respuesta de David es el versículo de la cabecera. Al leerlo esta mañana mi mente ha hecho una asociación y un salto a Romanos 10:14-15 "¿cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿y cómo predicaran si no fueren enviados?"


¿quien es más importante el que predica o el que envia? ¿quién es más importante, el que pelea o el que guarda el bagaje?

Ven un momento a Mateo 20.
"Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña. Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña. Saliendo cerca de la hora tercera del día, vio a otros que estaban en la plaza desocupados; y les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo. Y ellos fueron. Salió otra vez cerca de las horas sexta y novena, e hizo lo mismo. Y saliendo cerca de la hora undécima, halló a otros que estaban desocupados; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día desocupados? Le dijeron: Porque nadie nos ha contratado. El les dijo: Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea justo. Cuando llegó la noche, el señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando desde los postreros hasta los primeros. Y al venir los que habían ido cerca de la hora undécima, recibieron cada uno un denario. Al venir también los primeros, pensaron que habían de recibir más; pero también ellos recibieron cada uno un denario. Y al recibirlo, murmuraban contra el padre de familia, diciendo: Estos postreros han trabajado una sola hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor del día. Él, respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario? Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a ti. No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno?"
raquel


lunes, 10 de diciembre de 2007

link

Os recomiendo una predicación de hace 5 años... Algunos ya la conocéis, es 'por el camino angosto', de David Washer. Vale la pena tomar el tiempo para verla.
http://blip.tv/file/473431/

febe*

¿Quién lleva la antorcha?


A veces, nuestro caminar por el sendero angosto se hace duro... parece que somos los únicos que vamos por allí, y no vemos más que complicaciones en la vida cristiana e, incluso, llegamos a pensar que sería mejor caminar fuera del camino... volver atrás. A veces, a nuestros ojos, la vida que llevan los que caminan por el camino ancho parece que nos alumbra más que la propia luz que llevamos con nosotros...

"Nadie os engañe con palabras vanas (...). No seáis pues aparceros con ellos; porque en otro tiempo erais tinieblas; mas ahora sois luz en el Señor: andad como hijos de luz (...), aprobando lo que es agradable al Señor. Y no comuniquéis con las obras infructuosas de las tinieblas; sino antes bien redargüidlas. Porque torpe cosa es aun hablar de lo que ellos hacen en oculto. Mas todas las cosas cuando son redargüidas, son manifestadas por la luz; porque lo que manifiesta todo, la luz es. Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo" (Efesios 5:6-14)

Si el mundo nos deslumbra, nos deslumbra su oscuridad, porque la luz, que es Cristo, está en nosotros. Y ésta es la luz que alumbra al mundo, y redargüye 'las obras infructuosas de las tinieblas'. Nuestro caminar en luz, inevitablemente, afectará a los que nos rodean, que andan cerca de nosotros pero no en el mismo camino. Algunos, al ver la luz, como nosotros, despertarán para ser alumbrados por Cristo.
¿Y nosotros, que llevamos la antocha? Debemos ser redargüidos cada día, alumbrados por la verdad y la justicia de Cristo... 'Redimiendo el tiempo, porque los días son malos' (Efesios 5:16)

febe*


viernes, 7 de diciembre de 2007

1 día 1 bendicion

Escribo desde mi parentesis laboral en el "puente" de diciembre, para compartir una bendición de ayer por la noche en el campamento.
Le estamos dando a las guitarras con Jefferson. Ayer en el cantemos, antes de "empezar" nos pusimos a cantar, empezaron a llegar jóvenes, a coger una silla, un cantemos y a cantar, pedir canciones. Uno a uno se fueron uniendo todos, paretujados, juntos, en aparente desorden.
Llegaron los mayores, y con respeto y gozo en el corazón, sin hacer ruido, cogieron una silla y se sentaron entre el grupo a cantar, porque el cantemos de hecho ya había empezado.... y lo habían empezado los jóvenes. Y fue una GRAN bendición estar ahí en medio.
raquel

lunes, 3 de diciembre de 2007

Mira, mira!




"...en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual; siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestas en las alturas". hebreos 1:2-3




Esta mañana lo leí, lo leí tres veces... párate a pensar un momento en todo lo que dice de Jesús. Este mismo Jesús es quien nació como u bebé indefenso, pequeñito; el mismo que lloró delante de la tumba de un amigo, el mismo que bendijo a unos cuantos niños, el mismo que tocaba a los leprosos; el mismo que reprendía a los fariseos... el mismo que me miró y me tuvo misericordia.


raquel

Aquí estamos...


Aquí estamos, con la espada en nuestras manos todavía, con algunos años más y alguna herida, pero aún en pie y luchando día a día, anhelando verte a Ti.
Aquí estamos, aunque algunos ya no están a nuestro lado, ya el otoño arrasó con el verano, y el invierno será crudo pero aquí estamos, la primavera llegará…

Nuestra barca hizo agua tantas veces en la noche… y si no se hundió jamás fue por tu mano, no por nuestra habilidad, sino por tu compasión.
Aquí estamos, sabedores de que solo fue tu gracia, y conscientes de que siempre habrá un mañana. En tu nombre y por la fe, aquí estamos.

Aquí estamos, los recuerdos se me agolpan en la mente, y en algún momento Tu figura emerge.
No sé cómo, pero siempre, siempre estás presente, en el tiempo y el lugar.
Aquí estamos, nuestro paso aún es firme a tu lado, nuestros ojos aún te miran caminando.
Casi ya te tocan nuestras manos. Llegaremos hasta Ti…

Nuestra barca hizo agua tantas veces en la noche… y si no se hundió jamás fue por tu mano, no por nuestra habilidad, sino por tu compasión. Aquí estamos, sabedores de que solo fue tu gracia, y conscientes de que siempre habrá un mañana. En tu nombre y por la fe, aquí estamos.

M. Vidal

domingo, 2 de diciembre de 2007

Siempre hay un principio...

Y éste es el nuestro...

Bienvenid@s