Domingo por tarde. Un joven le dice a otro:
-Oye, ¿ya te acuerdas que predicas esta tarde?
- Sí, sí... he traido la corbata.
Uno podría pensar que para predicar hace falta la Palabra de Dios, estudio y oración....
martes, 22 de julio de 2008
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7 comentarios:
Es cierto debemos ser serios, cómo es eso que predicar se asocia de inmediato con corbata??? entiendo tu punto, Barbaro y alarmante... Saludos.
Me parece una conversación muy triste, por un lado no saber si el otro recordaba que le tocaba predicar... y luego la contestación.
Pero esta conversación no se daría en mi iglesia... porque no se usa corbata para predicar...
Me dio pena, en serio, al principio me hizo gracia, pero luego me quede pensado y me dio mucha pena...
Muy fuerte... yo fui testigo de esa conversación. Me parece bien que use corbata quien quiera, pero de ahí a que sea extrictamente necesario para predicar... ¿a dónde vamos a llegar??
Muchos saludos bloggeros!
Hombre, la corbata es accesorio. Lo que me hace pensar en un viejo predicador que decía que no se podía predicar con una camisa de cuadros, pero sí con una de rayas.
Lo de no pensar en lo ESENCIAL, me parece un poco penoso para uno que va a subirse a un púlpito a predicar. Y con lo de esencial me refiero al estudio serio de la Palabra de Dios, la oración, la meditación... sin esto nadie merece ser portavoz de Dios.
Yo no uso corbata. Tal vez por eso nunca me han pedido que predique...
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