lunes, 16 de noviembre de 2009

el corazón

'Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?'
(Jeremías 17:9)


Del hebreo: fraudulento
Del hebreo: También usado muy ampliamente para los sentimientos, la voluntad e incluso el intelecto, de manera similar para el centro de cualquier cosa.
Del hebreo: frágil, débil, enfermo, incurable
(Fuente: Strong, J. Concordancia exhaustiva de la Biblia)


Cuesta aceptar esta realidad: no podemos fiarnos de nuestro corazón, porque no es fiable ni fuerte, se deja llevar por pensamientos, sentimientos, intenciones y, sobretodo, por el pecado. No podemos, entonces, apoyarnos en nuestro propio corazón sin ser sinceros, sin mirar honestamente en nuestro interior y poner la realidad que hay en él delante de Dios. ¿Por qué delante de Dios? Porque es el único que puede conocer nuestro corazón, y el único que, de hecho, lo conoce. No podemos esconder nada delante de nuestro creador y, menos aún, si es nuestro Padre por medio de la adopción de Jesucristo.


...'¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño el corazón, que pruebo los riñones, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras'
(Jeremías 17:10)


Por favor, no juzguen mi corazón: yo tampoco juzgaré el suyo... pero dejen que Dios examine lo más profundo de su ser, y sean sinceros delante de él. Yo haré lo propio con el mío.


febe*

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