sábado, 9 de enero de 2010

¿Mi camino?


Hace tiempo que mi vida gira más o menos alrededor de un tema. A veces, ha parecido que dejaría, por fin, de dar vueltas sobre el mismo eje, pero luego, por una razón o por otra, he vuelto a mi órbita habitual. Muchas veces no lo entiendo. Muchas veces me pregunto cuál será la voluntad de Dios al respecto, y lucho por no derrumbarme ante las respuestas a la oración.
El otro día encontré este versículo, en medio de un pasaje en que no lo esperaba, son palabras de Jeremías en un momento muy difícil: 'Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es ordenar sus pasos' (Jeremías 10:23). ¡Pam! ¡Qué palabras! quedaron rondando en mi mente y en mi corazón. Las escribí en la primera página de mi agenda de este año. Pero... ¿y si empezara a vivirlas? Me parece que tengo las circunstancias de cara para empezar a hacerlo: de nuevo, interrogantes, de nuevo, esperas, de nuevo... ¿fe?
Ayer presenté mi necesidad y mi deseo al Señor, él lo conoce todo. Le dije: quiero esto, pero tu sabes qué es lo mejor para mí, y sabes lo que yo no conozco, así que, lo que tu quieras Señor. Y no fue lo que yo quería, y, bueno, la verdad es que no lo entiendo demasiado, pero entonces, encuentro estas palabras: 'De Jehová son los pasos del hombre: ¿cómo pues entenderá el hombre su camino?' (Proverbios 20:24). La realidad es una, aunque yo no la entienda. Y aunque no entender no me gusta demasiado, el pensamiento de que mis pasos no son míos, de que no soy dueña de mi camino, pero no porqué sean de otra persona, no porque estén a merced de las circunstancias o de los deseos caprichosos de otro, sino porque son de Dios, me da paz. En medio de la incertidumbre, certeza... esperanza. Porque, aunque sea débil, aunque a veces defallezca, quién tiene mi camino en sus manos no es caprichoso, no juega con mis pasos como si fuera una marioneta, sino que los ordena. ¡Ordena! pero... ¿en qué orden? esta es la cuestión... yo pienso mi propio orden, según lo que entiendo o veo, y pido: Señor, primero quiero esto, porque entonces, cuando lo tenga, podré hacer esto otro, y así, al final, llegaré a aquello. Dios, sin embargo, pone en orden nuestros pasos viendo más allá de lo que nosotros percibimos o pensamos. Podemos dejar que Él nos guíe, o podemos andar nuestro propio camino. Aún así, es fiel, bueno y misericordioso: 'Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, y aprueba su camino. Cuando cayere no quedará postrado; porque Jehová sostiene su mano' (Salmo 37:24)
Aunque me cueste, prefiero que sea Él quién dirija mis pasos... después de unas cuantas caídas, no tengo ganas de probar de nuevo el sabor del polvo...

febe*

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Animo Febe.

El Señor te quiere mucho.
Me acuerdo cuando eras una niña,
y deseo lo mejor para ti.

Un besazo muy grande. Me encantan tus reflexiones.

Un amigo.

Anónimo dijo...

Que pensamientos mas grandes. Esta entrada me ha gustado mucho, gracias por compartir tus pensamientos. Da mucho en que pensar, pero la verdad es que tienes razon... es un consuelo saber que nuestros pasos estan en las manos del Dios.
Soy Anna, la amiga de Kayla. :) Un besazo!

izando velas dijo...

¡Hola 'un amigo' y Anna (ja sé qui ets, floreta:), gracias por compartir conmigo los pasitos que voy andando! Si os ayudan a pensar, estoy contenta!

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