martes, 18 de diciembre de 2007

Como al Señor...


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'Sujetados los unos á los otros en el temor de Dios. Las casadas estén sujetas á sus propios maridos, como al Señor. Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia; y él es el que da la salud al cuerpo. Así que, como la iglesia está sujeta á Cristo, así también las casadas lo estén á sus maridos en todo. (...) Así también los maridos deben amar á sus mujeres como á sus mismos cuerpos. El que ama á su mujer, á sí mismo se ama. Porque ninguno aborreció jamás á su propia carne, antes la sustenta y regala, como también Cristo á la iglesia; Porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. (...)
HIJOS, obedeced en el Señor á vuestros padres; porque esto es justo. Honra á tu padre y á tu madre, que es el primer mandamiento con promesa, para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. Y vosotros, padres, no provoquéis á ira á vuestros hijos; sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.
Siervos, obedeced á vuestros amos según la carne con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como á Cristo; No sirviendo al ojo, como los que agradan á los hombres; sino como siervos de Cristo, haciendo de ánimo la voluntad de Dios; Sirviendo con buena voluntad, como al Señor, y no á los hombres; Sabiendo que el bien que cada uno hiciere, esto recibirá del Señor, sea siervo ó sea libre. Y vosotros, amos, haced á ellos lo mismo, dejando las amenazas: sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que no hay acepción de personas con él.
Por lo demás, hermanos míos, confortaos en el Señor, y en la potencia de su fortaleza.'

Al leer este pasaje, me resaltó muchísimo el parámetro que incluye el Señor en las relaciones personales entre creyentes: CRISTO. Cristo es ejemplo de las relaciones entre nosotros: en el matrimonio, los esposos deben imitar la relación de Cristo con la iglesia (siendo cada uno de ellos miembros de la iglesia); los hijos deben obeceder a sus padres 'en el Señor' y los padres criarlos 'en el Señor'. Los siervos deben servir a sus amos 'como a Cristo', y los amos tratar a sus siervos de la misma manera. CRISTO debe estar como modelo y motivo en nuestras relaciones personales... ¿Qué pasaría si tratáramos a los demás como si estuviéramos tratando con el Señor? ¿Qué pasaría si entre nosotros nos viéramos como 'pequeños Cristos' (cristianos, al fin y al cabo)?
'El que os recibe á vosotros, á mí recibe; y el que á mí recibe, recibe al que me envió. El que recibe profeta en nombre de profeta, merced de profeta recibirá; y el que recibe justo en nombre de justo, merced de justo recibirá. Y cualquiera que diere á uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, en nombre de discípulo, de cierto os digo, que no perderá su recompensa'. (Mateo 10:40-42)

febe*

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