martes, 18 de diciembre de 2007

La oración en el Espíritu


Me estreno como "bloggera"por fin!


Os comparto unas líneas del libro que estoy leyendo ahora acerca de la oración, me está reportando grandes beneficios porque es práctico, no trata de un tipo de oración mística e "inalcanzable", sino de aquella oración que es verdadera, que es hecha en la misma Presencia de Dios. ¡Mi realidad práctica en la oración está siendo transformada!


Juzgad "by yourself":


"Es decir, tiene que haber en mí una unión entre mi espíritu y mi alma y el Espíritu Santo que mora en mí, una verdadera unión para la fiesta, la fiesta de la oración. Esto implica mi sumisión y entrega al Espíritu, mi sincera decisión de decirle: "Heme aquí, Señor", "Señor, prepárame, límpiame, socórreme... heme aquí, a ti me entrego para orar". Todo esto antes de empezar."


"El ejercicio, entonces, debe consistir en morderse la lengua un momento, y mientras dure esa mudez prepararse por dentro, y veréis que quien haga esto es el que menos pide, y el que más da."


"Entonces, olvídate de tus necesidades, pues si no, te haces un egoísta pretendiendo que el Padre sea un esclavo tuyo: "Dame esto... dame... dame..." Cuando el Padre está diciendo: "Dame, hijo mío, tu corazón". Debemos ver las manos extendidas de Dios, y no solamente las nuestras, que están allí pidiendo. Extiende tus manos y dale al Padre... dale la alegría de oírte, la alegría de la comunión, de la adoración, de la santificación"


"Es posible orar en el Espíritu, pero debemos entrar por la puerta de la Cruz y decirle: "Señor, heme aquí, límpiame, lávame, perdóname y ayúdame a tener comunión contigo, con Cristo, Con el Espíritu Santo. Quiero expresarte mi amor en verdad."


"Hay que aprender a dejar que en primer lugar pase todo el juego de la carne y todos los problemas de la vida. Pues, a veces, uno se pone a orar y de repente está pensando en los problemas de la vida (...) y entonces deja de orar. Luego deja correr su imaginación, y si es una persona de carácter depresivo, todo lo ve negro y malo, y si es un optimista, todo lo ve fantástico, y ni lo uno ni lo otro están bien. Han dejado de orar y han ido detrás de su propia imaginación. No hay peor enemigo que la imaginación, porque hace y deshace, es pura pompa de jabón, no hay realidad."



"El deseo de los humildes oiste" (Salmos 10:17)



anna

1 comentario:

Adasa Aeneas dijo...

Que bueno! me ha sido de mucha bendición. Muchas veces hacemos las cosas por inercia... en el fondo sabemos las cosas pero no las practicamos como Dios quiere que lo hagamos.

La oración debe ser Cristocéntrica, no egocéntrica.

Gracias, maca.