viernes, 22 de febrero de 2008

Dos hombres jóvenes

Jeremías fue llamado por Dios cuando tenía unos 23 años, más o menos la misma edad que el rey Josías, que comenzó a reinar con 8. Estos dos jóvenes fueron temerosos de Dios y valientes, en un tiempo en que las canas eran equivalentes a sabiduría, y los jóvenes debían guardarse de mostrar sus opiniones en público. Dios los usó a ambos. Jeremías, en su juventud, empezó a profetizar en contra de la maldad de Israel, a hablarles de parte de Dios para que se arrepintieran. Josías, al leer el libro de la ley que encontró Hilcías (el padre de Jeremías), 'rasgó sus vestidos' (2Reyes 22:11) y se interesó por la voluntad de Dios, y leyó delante de todo el pueblo el libro y empezó una reforma en Israel.
La diferencia entre ellos dos y los otros jóvenes era su corazón: dice 2Reyes 22:2 que Josías 'hizo lo recto en ojos de Jehová y anduvo en todo el camino de David su padre (no de Amón, su padre), sin apartarse a diestra ni a siniestra'. Jeremías 1:5 nos revela que Dios conoció, santificó y dió a Jeremías por profeta desde el vientre de su madre.
Ambos fueron voceros de Dios para su pueblo y las naciones, pero lo fueron escuchados. Sin embargo, ambos fueron agradables a Dios, y vivieron conforme a su conciencia.

Que el Señor nos dé fuerzas para ser como ellos: valientes, decididos, comprometidos con el Señor y su Palabra.

¡Ánimo!

febe*

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