lunes, 4 de febrero de 2008

...humildad...gratitud...misericordia...

"Y se le apareció Jehová a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé. Y Salomón dijo: Tú hiciste gran misericordia a tu siervo David mi padre, porque él anduvo delante de ti en verdad, en justicia, y con rectitud de corazón para contigo; y tú le has reservado esta tu gran misericordia, en que le diste hijo que se sentase en su trono, como sucede en este día. Ahora pues, Jehová Dios mío, tú me has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre; y yo soy joven, y no sé cómo entrar ni salir. 1ª Reyes 3:5-7.

Nuestra tendencia como jóvenes es justamente la contraria, yo se hacer y tú no, no me digas cómo tengo que hacer las cosas, tú no entiendes de qué va.... Sin embargo aquí Salomón reconoció ante Dios la pura realidad: ·"yo soy joven y no sé”.
Y la misericordia de Dios es grande, no podemos concluir otra cosa que: Dios es así!

“Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio, he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú. Y aun también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria, de tal manera que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días” v. 11-13.


Y me vuelve a la mente el versículo que lleva semanas rebotándome en el cráneo (a ver si al final se me queda) “todo el que pierda su vida por causa de mi la hallará”.


“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todas estas cosas os serán añadidas”


Y en este caso fuera literalmente añadidas, a veces pensamos que buscando a Dios, las demás cosas perderán su importancia a nuestros ojos... y bien cabe esa interpretación, buscar a Dios hace que nuestras prioridades se reordenen, pero Dios es tan misericordioso que incluso nos da aquello que no pedimos, nos añade lo que decidimos quitar por amor a Él, porque Él nos ama.


raquel

3 comentarios:

Adasa Aeneas dijo...

Rachel!!! es increíble, ayer estuvimos meditando sobre el mismo texto que citas sobre la petición de Salomón. Es un consuelo, ver cómo Dios le bendijo aún a pesar de su pecado y el de su padre David (homicidio y adulterio, nada menos). ¡Qué misericordioso es el Señor con los que le aman! Yo quisiera amar más al Señor, como Salomón lo hizo.

Gracias por "linkearme" =)

Un abrazo y un beso a todas las blogeras de Izando Velas.

Adasa

izando velas dijo...

'Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
Porque cualquiera que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se abrirá.
¿Qué hombre hay de vosotros, á quien si su hijo pidiere pan, le dará una piedra?
¿Y si le pidiere un pez, le dará una serpiente?
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas á vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos, dará buenas cosas á los que le piden?'

Unos versículos después de Mt. 6:33 (Mt 7:7-11)

Dios no nos da piedras, porque es bueno...

¡Gloria a Él!

febe

Anónimo dijo...

pd: te he puesto etiquetas =) si alguna no te parece bien, se puede cambiar =)

Besitos,

fb*